Un proyecto de la Universidad de Finlandia estudia la cultura del videojuego

Debido a la creciente popularidad e impacto de los videojuegos en el panorama cultural actual, también surge la necesidad de estudiarlos y analizarlos.

Finlandia alberga uno de los principales centros mundiales de investigación sobre juegos, el Centro de Excelencia en Estudios de Cultura de Juegos. Este proyecto conjunto de tres universidades finlandesas pretende comprender, anticipar e influir en el efecto que los juegos tienen en la cultura y la sociedad.

«La gente dedica cada vez más tiempo a los videojuegos. Se han convertido en una forma destacada de entretenimiento, pero también de socialización y autoexpresión. Son tan importantes para nuestra sociedad como otras formas anteriores de cultura, como la literatura o el cine, y por eso las estudiamos», afirma Raine Koskimaa, catedrático de Estudios de Cultura Contemporánea de la Universidad de Jyväskylä y vicedirector del Centro de Excelencia.

Koskimaa estudia la literatura digital y los videojuegos desde la década de 1990. Para él, la cuestión de si los juegos son o no una forma de arte que todo el mundo debería al menos intentar experimentar es una obviedad.

«Los juegos, cuando se utilizan como forma de expresión y para representar experiencias y emociones humanas significativas, se ajustan absolutamente a la definición de arte. ¿Son todos los juegos objetivamente un gran arte o de algún modo estéticamente agradables? Por supuesto que no, pero tampoco lo son todas las películas o pinturas», afirma.

Para Koskimaa, el encanto de los videojuegos reside actualmente en la precisión y la observación de la representación del mundo actual, obsesionado por la tecnología.

«En un videojuego, todos los movimientos y decisiones del jugador son seguidos por la tecnología. En ese sentido, los juegos son la mejor forma de representar la era impulsada por algoritmos en la que vivimos, y como tales, una gran herramienta para reflexionar sobre lo que significa formar parte de esta sociedad moderna».

Por Johanna Teelahti, Revista ThisisFINLAND 2024