En un artículo previo, nos adentramos en los orígenes y la riqueza visual de la arquitectura art nouveau de Finlandia, pero siempre queda algo por explorar cuando, solo en la capital finlandesa, estos edificios se cuentan por centenares.
Conocido en Finlandia como Jugend –de Jugendstil o “estilo joven”, que es el término alemán para art nouveau–, el movimiento surgió en torno a 1895 y se desarrolló hasta 1915.
Continuamos nuestro periplo en busca de los tesoros del Jugend de Helsinki a través de la obra de arquitectos clave como Eliel Saarinen. Sus diseños, a menudo protagonizados por fachadas asimétricas y motivos medievales, son un testimonio de esta adaptación finlandesa del art nouveau.
Como muchos de sus contemporáneos, Saarinen se inspiró en las fortalezas e iglesias medievales de Finlandia y empleó materiales locales, como el granito y la madera, para conformar estructuras funcionales y fieles a su propia esencia, algo que, en palabras del arquitecto, representaba una búsqueda «de casos en los que el empleo de los materiales siguiera haciéndoles justicia a estos». Precisamente este planteamiento supuso un alejamiento de los excesos perceptibles en el estilo Beaux-Arts, un movimiento contemporáneo marcadamente decorativo.
En la actualidad, los edificios Jugend de Helsinki no se limitan a ser meras curiosidades históricas, sino que siguen formando parte del paisaje urbano, combinando su diseño práctico con esa belleza imperecedera que continúa inspirando a los arquitectos modernos y deleitando tanto a los habitantes de la capital como a los visitantes.
Kirsi-Marja Savola ha recogido en sus fotografías algunos de los principales ejemplos arquitectónicos de Helsinki que más nos gustan.
[Citamos el nombre del edificio (si lo tiene), su dirección, el barrio en que está ubicado y el arquitecto, así como el año de construcción. Para ver más imágenes, solo tienes que hacer clic en las flechas o deslizar el dedo sobre la pantalla].
Casa Tallberg, Luotsikatu 1, Katajanokka
Herman Gesellius, Armas Lindgren y Eliel Saarinen, 1898
A la entrada de la calle Luotsikatu, la Casa Tallberg es el reflejo de la ambición juvenil de Gesellius, Lindgren y Saarinen, recién salidos de la escuela de arquitectura y deseosos de dejar huella. La puerta de madera tallada del edificio, los motivos de girasoles, los detalles de hierro forjado y los paneles de cristal emplomado, ponen de manifiesto la temprana adopción por parte del joven trío de arquitectos de las formas naturales y la compleja artesanía del Jugend. Esta obra los consagró, convirtiéndolos en figuras clave de la emergente escena art nouveau de Helsinki. Más tarde obtendrían el reconocimiento internacional al diseñar el pabellón finlandés para la Exposición de París de 1900.
Edificio Kataja, Kauppiaankatu 2, Katajanokka
Usko Nyström, Albert Petrelius y Vilho Penttilä, 1902
El edificio Kataja –palabra que en finés significa “enebro”– está lleno de bellos y estilizados motivos decorativos inspirados en estos árboles, con raíces llenas de intrincados nudos y racimos de bayas saliendo de ramas que se curvan y que imitan las formas de las ventanas. Las bisagras, de gran tamaño y con forma de patas de oso, realzan las grandes puertas de madera. En el lado sur, vemos a Väinämöinen, personaje central de la epopeya nacional finlandesa El Kalevala, encorvado y semioculto bajo la ventana de un mirador. Lleva su característico gorro y su barba larga y su expresión resulta enigmática.
Escuela Semigradsky, Oikokatu 7, Kruununhaka
Valter Jung y Emil Fabritius, 1905
La Escuela Semigradsky es una combinación de funcionalidad y belleza. Descansa sobre una robusta base de granito y cuenta con una emblemática torre cuyo tejado está diseñado en forma de capucha.
Desde hace más de un siglo, un par de búhos esculpidos custodian la entrada, en una de sus esquinas, vigilando las idas y venidas de los alumnos. El edificio mantiene su carácter de espacio para el aprendizaje y la creatividad, aunque ya no lleva el mismo nombre.
Edificio de la Compañía Telefónica de Helsinki, Korkeavuorenkatu 35, Kaartinkaupunki
Lars Sonck, 1905
En este diseño de Lars Sonck para la Compañía Telefónica de Helsinki se unen los motivos medievales y la tecnología contemporánea. En el edificio, enorme y majestuoso, conviven en perfecto equilibrio el granito desbastado y la piedra lisa con motivos geométricos incrustados, evocando la solidez de las fortalezas e iglesias medievales. Además de evocar la grandeza del Medievo, Sonck incorporó sutiles guiños a la función del edificio, sede de una empresa de telecomunicaciones: si se observa con atención por encima de las ventanas del mirador, se pueden apreciar grabados de cables en espiral y receptores telefónicos que dan lugar a una sorprendente yuxtaposición de lo antiguo y lo nuevo. El edificio permaneció en manos de la compañía telefónica durante 99 años.
Villa Ulrika, Ullankatu 1, Ullanlinna
Gustaf Estlander, 1903
La Villa Ulrika le debe su nombre a la reina de Suecia Ulrika Eleonora, que también da nombre al barrio de Ullanlinna (en finés, «fortaleza de Ulrika»). Gustaf Estlander, famoso por sus bloques de viviendas que recuerdan a castillos, dotó a este edificio de una fachada asimétrica y tridimensional. El mirador rectangular, sobre un arco medieval de piedra, exhibe el nombre del edificio hecho de mosaicos. Varios pisos más arriba, el torreón aparece coronado de almenas. En el diseño se combinan a la perfección las líneas curvas y las formas rectangulares, lo que le confiere un encanto especial, apartado de las principales vías de la ciudad.
Casa Wilkman, Liisankatu 16, Kruununhaka
Usko Nyström, Albert Petrelius y Vilho Penttilä, 1904
Los vibrantes y llamativos ornamentos dorados de la casa Wilkman, que contrastan con el oscuro estuco de la fachada, no dejan indiferente al transeúnte. De las ventanas del primer piso brotan helechos que se despliegan graciosamente hacia lo alto. Los paneles situados bajo los ventanales del cuarto piso representan gallos enzarzados en una pelea, mientras una encantadora procesión de polluelos pasea por encima de ellos. En la parte superior, una caterva de gatos se columpia sobre el tejado, dándole un toque divertido. El nombre de la casa rinde homenaje al maestro de obras Karl Wilkman.
Tehtaankatu 34c, Eira
Väinö Vähäkallio, 1911
Esta casa ilustra la adaptación del Jugend a la arquitectura de “estilo villa” que dio forma al rápido crecimiento de Eira. Está apartada de la calle y la rodean zonas verdes, una característica esencial del proyecto del barrio de Eira, que se distinguió por su intención de hacer del entorno urbano un lugar más habitable. Sobre la base de granito, el ladrillo rojo visto contrasta con el revoque amarillo ocre , resaltando la sencillez de los materiales. El diseño adopta la asimetría del art nouveau, pero sin las referencias medievales típicas de la época centrándose, por el contrario, en las líneas limpias y la elegancia sobria.
Edificio de la Editorial Otava, Uudenmaankatu 8–12, Punavuori
Karl Lindahl y Valter Thomé, 1906
Esta obra, encargo de la editorial Otava, está estrechamente vinculada a la identidad finlandesa. Su nombre, Otava, que aparece en la epopeya finlandesa El Kalevala, hace referencia al animal nacional de Finlandia, el oso. Las abejas talladas que aparecen sobre las entradas son un guiño a uno de los apodos del oso, mesikämmen (mano o zarpa de miel). Un arco apuntado evoca la influencia medieval, mientras que en los paneles de madera tallada se representa la constelación de Otava (la Osa Mayor) junto a arañas, búhos, garzas y abejas, en una fusión del folclore finlandés con los elementos naturales.
Edificio Vanha Poli, Lönnrotinkatu 29, Kamppi
Karl Lindahl y Walter Thomé, 1903
Originalmente llamado Sampo, en honor al mítico artefacto mágico de El Kalevala, que producía harina, sal y abundancia sin fin, este edificio fue originalmente construido para la Unión de Estudiantes Politécnicos, siendo en la actualidad un hotel. Su fachada cuadrada y los arcos de piedra evocan una fortaleza medieval, mientras que varias figuras humanas y de animales parecidos a gárgolas vigilan la entrada. Una criatura encorvada que recuerda al Gollum de J.R.R. Tolkien –aunque el edificio fue construido 30 años antes de la publicación de El Hobbit y más de 50 antes de El Señor de los Anillos– parece acechar a los transeúntes desde una farola con su espeluznante mirada.
Por Tyler Walton, febrero de 2025