La pasada primavera, los telespectadores europeos quedaron cautivados por un hombre bigotudo que lucía unos pantalones vaqueros muy cortos y una rizada melena rubia al estilo mullet.
«No rules!» (No hay reglas), cantaba, bailando con energía desbordante en el célebre Festival de Eurovisión.
«Haz las cosas a tu manera e ignora los límites establecidos» es algo más que un eslogan pegadizo tanto para Windows95Man como para el hombre que hay detrás del personaje.
Teemu Keisteri es un artista que no conoce reglas a la hora de expresarse artísticamente: es fotógrafo de formación, pintor, animador, galerista, DJ, músico… En la escena artística, es conocido por su personaje Ukkeli, una figura amarilla con un prominente culo amarillo, que aparece en cuadros, murales y ropa de estilo lúdico.
Uno de los recuerdos más entrañables de la infancia de Keisteri es el club de arte infantil, al que ingresó con solo cinco años. Su profesora en el club dio rienda suelta a la libertad artística y la exploración.
«Ella me dijo: ‘Teemu, cuando dibujes, no tienes que usar goma de borrar; los errores no existen’. Recuerdo que eso me hizo mucha ilusión».
Ahora, intenta fomentar el mismo espíritu creativo e ignorante de los límites en su hijo de cuatro años.
Experiencias que perduran
La impronta creativa de Keisteri no hizo más que crecer durante toda su infancia. Sus padres, ambos ingenieros, les llevaron a él y a sus hermanos desde pequeños a exposiciones de arte y actos culturales.
Keisteri aún recuerda el asombro que sintió paseando por la bahía de Töölönlahti, en Helsinki, durante la Noche de las Artes, una celebración anual de la cultura abierta a todo el mundo. Gente, obras de arte y un escenario flotante donde los músicos interpretaban música infantil se entrelazaban en la noche estival.
«Estas cosas se me han quedado grabadas desde entonces».
La exposición a la cultura en todas sus formas fue para él una experiencia transformadora, así que intenta transmitir las mismas experiencias a su hijo.
Keisteri y su esposa, la artista holandesa Annick Ligtermoet, comparten un estudio cerca de su casa en Espoo, una zona a las afueras de la capital, Helsinki. Su hijo de cuatro años también pasa mucho tiempo allí, haciendo sus cosas. Keisteri dice de él con orgullo que se ha convertido en un DJ experto, capaz de mezclar canciones como No Rules, hecha por su papá, y melodías de Star Wars.
«Es importante dejarle explorar. Quiero que tenga la libertad de ser él mismo y experimentar a su manera».
Padre e hijo suelen dar rienda suelta a la creatividad juntos, pintando versiones fotorrealistas en acuarela de los personajes favoritos de Star Wars del niño y colgándolas en las paredes de su habitación. El dúo también toma fotografías con una antigua cámara de carrete.
«Es una actividad lenta y divertida; hacemos fotos de cosas interesantes, enviamos el carrete a revelar y esperamos a que lleguen las fotografías. Es una buena alternativa a las pantallas».
Cultura para niños y adultos

En Espoo, cerca de Helsinki, un joven visitante descubre el Museo del Juego, que ilustra la historia y la alegría de jugar.Foto: Pekka Elomaa / The Museum Play
Los padres finlandeses participan activamente en la vida de sus hijos. A veces, Keisteri se lleva a su hijo de la guardería durante todo un día para visitar juntos un museo o un parque de actividades. Keisteri y otros papás de la zona también tienen un grupo de WhatsApp para sugerir eventos.
«Hay muchísimas actividades organizadas para los niños, a menudo gratuitas, al menos aquí en la región de la capital. Casi todos los fines de semana salimos y nos topamos con algo interesante».
Finlandia cuenta con una estimulante escena cultural infantil, repleta de exposiciones, obras de teatro, conciertos, talleres y otras actividades para niños de todas las edades. Keisteri y su hijo disfrutan especialmente de las actividades en las que pueden participar activamente y ser creativos y jugar juntos. Uno de sus lugares favoritos es el parque infantil situado junto al monumento al compositor Jean Sibelius, donde los niños (y los adultos juguetones) pueden hacer música con instrumentos de acero.
Keisteri admite que sueña con construir su propio parque infantil.
«En él se combinarían el juego y el arte, y los niños podrían trepar y explorar el arte físicamente. Y sin duda tendría un tobogán con un culo amarillo», dice riendo.
«Intento mantener un espíritu infantil en todo lo que hago. Además, mi arte se basa en la experimentación lúdica».
Consejos de Teemu para la cultura infantil finlandesa
- Leikki – El Museo del juego
«Un fantástico museo en Espoo que muestra la historia del juego y los juguetes. Por supuesto, se puede jugar dentro del museo, y los niños más pequeños tienen mucho que ver y hacer». - Banda infantil Fröbelin Palikat
«A menudo ponemos sus vídeos musicales en pantalla grande y bailamos con ellos. En verano de 2024, la banda tocó para miles de adultos en Ruisrock, uno de los mayores festivales de Finlandia». - El Parque infantil del monumento a Sibelius
«Un increíble parque infantil abierto junto al monumento a Jean Sibelius, el compositor más famoso de Finlandia. Hay columpios y estructuras para trepar, y los niños pueden tocar distintos tipos de instrumentos de acero».
Texto Lotta Heikkeri, ThisisFINLAND Magazine