Igualdad a través de la digitalización

Johanna Poutanen y su equipo del CMI utilizan las herramientas digitales para contribuir a que los procesos de paz sean más inclusivos y eficaces.Fotografía: Outi Törmälä
Johanna Poutanen trabaja como responsable de Mujeres por la Paz en CMI – Fundación para la Paz Martti Ahtisaari. En su opinión, las herramientas digitales pueden contribuir a que los procesos de paz sean más igualitarios.
«Tanto si se trata de un conflicto internacional como de un asunto interno, el primer paso es siempre escuchar. Con demasiada frecuencia nos centramos únicamente en las exigencias declaradas. En vez de eso, deberíamos intentar comprender cuáles son las necesidades e intereses subyacentes a esas exigencias.
»Para encontrar soluciones sostenibles a los conflictos, es preciso que las mujeres participen en el proceso de pacificación. Las mujeres constituyen más de la mitad de la población mundial, pero sus puntos de vista están infrarrepresentados. Nuestro trabajo consiste en garantizar que los mediadores de alto nivel dispongan de las herramientas, las competencias y las estrategias prácticas necesarias para una mediación que tenga en cuenta la perspectiva de género.
»En la fundación CMI llevamos una década aplicando plataformas y herramientas digitales a la pacificación. La tecnología puede aportar nuevos puntos de vista al diálogo a nivel mundial e implicar a personas a las que no podríamos llegar de otro modo.
»Utilizamos plataformas digitales para identificar las principales prioridades e intereses de un amplio abanico de participantes. En los diálogos cara a cara, estas plataformas se utilizan para potenciar el análisis participativo y encontrar un sentido colectivo. Al ofrecer anonimato, las plataformas ayudan a equiparar las dinámicas de poder entre los participantes».
Unidad en la diversidad

El programa Gutsy Go, de Aram Aflatuni, permite a los estudiantes de toda Finlandia crear proyectos de acción social que fortalecen los lazos comunitarios.Fotografía: Outi Törmälä
Gutsy Go se basa en la idea de que trabajar por el bien de los demás mejora el bienestar propio y fomenta la paz en la sociedad. Su fundador, Aram Aflatuni, explica por qué el método es tan especial.
«Según las investigaciones, entre el 80 y el 90 % de los jóvenes consideran que su principal cometido consiste en cambiar el mundo a mejor. Hace diez años decidimos crear un modelo mediante el cual todas las escuelas pudieran enseñar maneras de fomentar la paz, por ejemplo creando proyectos de acción social para el bienestar de las personas y potenciando la unidad en la diversidad de un grupo.
Gutsy Go ha formado a miles de jóvenes y profesores en más de 20 localidades de Finlandia. Por ejemplo, los estudiantes han creado un servicio de comidas para los más necesitados, han superado la brecha generacional organizando actividades al aire libre para personas mayores, han enseñado informática a presos excarcelados y han erradicado el miedo a ir al colegio con niños inmigrantes.
Cada proyecto se documenta en vídeo y se comparte en las redes sociales. Los vídeos más populares han superado el millón y medio de visualizaciones».
Todo empieza por el diálogo

Laura Arikka dirige la Fundación Timeout, que fomenta el diálogo respetuoso a través de diálogos accesibles y estructurados.Fotografía: Outi Törmälä
El método Timeout (tiempo muerto) permite mantener un diálogo respetuoso. Es importante que todos puedan compartir sus puntos de vista sin interrupciones, afirma Laura Arikka, directora general de la Fundación Timeout.
«Antes de incorporarme a la Fundación, era experta en derechos humanos y trabajaba en la Iglesia Evangélica Luterana de Finlandia. Mi trabajo tanto en zonas conflictivas como en proyectos multiculturales me enseñó qué cosas fomentan o desbaratan un diálogo.
»El método Timeout permite a las personas ser vistas y escuchadas. Hemos procurado que Timeout sea lo más accesible y fácil de usar posible. Los materiales y herramientas están disponibles gratuitamente en nuestro sitio web.
»Las conversaciones constructivas y respetuosas surgen a partir de la escucha. Es importante que todos puedan compartir sus experiencias y puntos de vista sin interrupciones. El método puede utilizarse en lugares de trabajo, comunidades, escuelas o ciudades, entre otros lugares, para comprender mejor un determinado tema.
»A veces, el objetivo es obtener información que pueda utilizarse en la toma de decisiones. La oficina del Primer Ministro utilizó el método para elaborar un informe sobre el futuro de Finlandia. Más de 300 personas de entre 12 y 85 años, procedentes de más de 50 ciudades y con experiencias diversas, participaron en las conversaciones para compartir sus opiniones y experiencias vitales».
El poder de los iguales

Como parte del programa VERSO de mediación entre pares, Maija Gellin se dedica a entrenar a jóvenes para que resuelvan los conflictos cotidianos a través del diálogo.Fotografía: Outi Törmälä
En el programa VERSO, jóvenes y niños reciben formación como expertos en mediación. La directora Maija Gellin ve cada conflicto como una situación de aprendizaje.
«En los años 90 trabajé con jóvenes con necesidades especiales y aprendí que la vida de muchos jóvenes va en la dirección equivocada debido al acoso escolar. Sin embargo, no existía ningún método que otorgara a los jóvenes un papel activo como mediadores o que permitiera comprender la fuerza positiva de un grupo de iguales. Así que en 2000 desarrollé y lancé VERSO con mi grupo de trabajo.
En el programa VERSO, los niños son considerados expertos en resolver las disputas cotidianas en cuanto surgen. Formamos a jóvenes y niños, así como al personal de escuelas y guarderías, para que vean cada conflicto como una situación de aprendizaje. A veces se le hace el vacío a alguien, se hacen circular cotilleos sobre esa persona o se le insulta. En lugar de buscar culpables, la idea es que cualquier persona es un valioso experto en la resolución de su propio conflicto.
A través del diálogo, los niños y los jóvenes aprenden a comprender las experiencias de los demás y a reconocer las necesidades que subyacen en el conflicto. Solo después de esto pueden las partes encontrar soluciones con las que quieran comprometerse. No se castiga ni se estigmatiza a nadie, sino que la atención se centra en resolver el problema para construir un futuro mejor».
Texto Laura Iisalo, ThisisFINLAND Magazine