Zalando ha elegido Helsinki

ThisisFINLAND magazine 2016

Atraído por la gran cantera de talentos de Helsinki y el fuerte sector móvil, Zalando, el gigante de comercio electrónico alemán que avanza a pasos gigantes, ha abierto una oficina tecnológica en la capital de Finlandia.

Con su sede principal en Berlín, Zalando es una empresa de comercio electrónico que mantiene una tienda online multiplataforma que vende zapatos, ropa y otros artículos de moda. Opera en 15 países europeos y tiene más de 16 millones de clientes activos.

Si deseaba dejar de ser una empresa de ventas y pasar a ser una empresa tecnológica que pone en contacto a marcas, vendedores y consumidores, Zalando se dio cuenta de que era primordial aumentar su equipo tecnológico.

Buscando la ciudad adecuada

Zalando comenzó a estudiar diferentes ciudades europeas para averiguar dónde podría encontrar suficiente talento de primera clase y el tipo adecuado de química mental dinámica para abrir una nueva oficina.

Tras un par de meses de negociaciones intensas con los locales y con las autoridades y tras entrevistarse con empresas y startups tecnológicas locales en la primavera de 2015, Helsinki resultó ser el lugar idóneo para Zalando.

La oficina de Zalando en Helsinki, el segundo centro tecnológico de la empresa fuera de Alemania, estaba lista y en funcionamiento a finales de agosto. Hacia finales de noviembre, ya había contratado a aproximadamente 25 desarrolladores de software con gran talento y pasión por su trabajo.

«Pero a largo plazo probablemente contratemos a varios cientos de personas», dice Tuomas Kytömaa, Jefe de Planta para Zalando Finland.

¿Por qué Helsinki?

Según Marc Lamik, Director de Expansión Tecnológica de Zalando, el principal motivo por el que Zalando ha escogido Helsinki es su gran cantera de talentos. Se puede contratar a una gran cantidad de gente con formación en ingeniería, en experiencia del usuario y con talento para el diseño.  Otros factores importantes fueron el fuerte sector móvil de Finlandia y un entorno que acepta bien el comercio electrónico.

Tras un par de meses de negociaciones intensas con los locales y con las autoridades y tras entrevistarse con empresas y startups tecnológicas locales, Helsinki resultó ser el lugar idóneo para Zalando.

Tras un par de meses de negociaciones intensas con los locales y con las autoridades y tras entrevistarse con empresas y startups tecnológicas locales, Helsinki resultó ser el lugar idóneo para Zalando.Foto: Helsinki City Photo Competition at Flickr.com

«Hemos recibido mucha ayuda de las autoridades y organizaciones locales como Helsinki Business Hub y Finpro. Ellos nos han ayudado a contratar personal y a encontrar las instalaciones, y nos han puesto en contacto con la gente adecuada. Cuanto más conocimiento local se tenga, más fácil es comenzar las operaciones», destaca Lamik.

La unidad de Zalando en Helsinki se centra en el desarrollo de productos destinados a los clientes.

«Estamos creando una nueva aplicación de moda que conecta a los clientes, marcas y vendedores. Nuestro trabajo de desarrollo toca todas las áreas de la arquitectura de software moderno. Contamos con equipos multidisciplinares que trabajan en todo, desde la interfaz del usuario en el teléfono móvil hasta el código que funciona en los servidores, dando apoyo a millones de clientes», explica Kytömaa.

Contribuyendo a la comunidad de tecnología local

Zalando quiere implicar a la comunidad tecnológica local e interactuar con ella.

«Estamos organizando eventos en nuestras instalaciones con diferentes grupos de reuniones prácticamente cada semana. Además, acabamos de presentar nuestro Programa de Residencia en Startup Tecnológica que acogerá a equipos seleccionados de startups en nuestra oficina durante tres meses, ofreciéndoles nuestra experiencia, guía y recursos para ayudarles a crecer en su propio negocio», dice Kytömaa.

«Estas son solo dos actividades concretas puestas ya en marcha y que nos están ayudando a convertirnos en un miembro que contribuye al desarrollo de la comunidad tecnológica local».

Por Leena Koskenlaakso, abril de 2016