Finlandia se zambulle en la energía de las olas

Un país sin océano y sin olas propiamente dichas ha logrado situarse en la cresta de la ola de la tecnología undimotriz.

En Finlandia, varias empresas emergentes se han situado en la cresta de la ola de la energía undimotriz, la gran fuente de electricidad limpia del futuro.

Dos empresas finlandesas están despertando la admiración internacional gracias a sus nuevas invenciones, que proporcionan electricidad de bajo impacto ambiental y libre de emisiones. Para quien haya contemplado cómo rompen las grandes olas del Atlántico en las costas del oeste de Europa, no será difícil entender que la cantidad de energía que se acumula al formarse la cresta de una ola, o cuando ésta rompe, es incalculable.

Sin embargo, no hay nada más difícil que apresar esa fuerza de manera constante y predecible, sobre todo porque, sea cual sea el dispositivo, este deberá soportar el constante golpear de las olas y la sal, intentando al mismo tiempo que el impacto de su presencia en el medio ambiente marino sea mínimo.

AW-Energy, una compañía finlandesa afincada en las cercanías Helsinki, ha anunciado la construcción del primer parque de energía undimotriz de las Américas en participación con una empresa mexicana de servicio público.

Mientras tanto, Wello, otra empresa de energía undimotriz, se ha asociado con Fortum,  la mayor compañía eléctrica de Finlandia, en un proyecto en Cornualles, Reino Unido. La UE está financiando la mayor parte del presupuesto de 24 millones de euros.

Un Penguin de 30 metros de largo flota en alta mar. El dispositivo estanco en su interior gira gracias al movimiento del agua.Foto: Wello

“Aunque no seamos famosos precisamente por nuestras olas, las compañías de tecnología undimotriz finlandesas han sido capaces de desarrollar tecnologías que están indiscutiblemente  entre las mejores en el mundo”, afirma Mikko Huumo, Director de Proyectos de Crecimiento de I + D en Fortum, compañía que lleva invirtiendo en energía undimotriz desde 2007.

“¡Lo sorprendente es que en un país sin océano ni olas propiamente dichas haya dos empresas líderes en este campo!”, nos dice John Liljelund, Director Ejecutivo de AW-Energy.

El WaveRoller de AW-Energy es un panel de metal unido al fondo del mar, el cual es mecido por las olas. Por el contrario, el Penguin (Pingüino) de Wello flota en la superficie, mientras que un dispositivo estanco en su interior gira gracias al movimiento de las olas.

“El movimiento de nuestro dispositivo es de rotación continua”, nos explica el Director Ejecutivo de Wello, Aki Luukkainen. “Dicho movimiento se convierte directamente en electricidad. Al no haber partes móviles externas en el agua, el dispositivo es resistente y puede sobrevivir en el riguroso medio marino”.

El Penguin fue diseñado en 2007 por el arquitecto e inventor Heikki Paakkinen, quien además fundó Wello un año después. “Construí varios modelos en mi garaje y los probé en el mar, cerca de mi casa en Espoo”, rememora Paakkinen.Foto: Wello

De un garaje finlandés a Escocia

Wello ha calculado que cada Penguin de 30 metros puede llegar a producir hasta un megavatio de electricidad, por lo que una cadena de los mismos situada en el mar generaría mucha más potencia. La máquina fue inventada en 2007 por el arquitecto Heikki Paakkinen, que fundó Wello un año más tarde.

“Construí varios modelos en mi garaje y los probé en el mar, cerca de mi casa, en Espoo”, recuerda con una sonrisa. “Mi hobby era ir desarrollando y probando aquellos dispositivos, una especie de obsesión, como para otros lo es el ajedrez o la pesca”.

Un dispositivo Penguin a gran escala ha logrado sobrevivir a tormentas de 12 metros de oleaje en las Islas Orcadas (Escocia), sin interrumpir por un momento el suministro de electricidad a la red.

“Hemos demostrado la durabilidad del prototipo, que lleva más de tres años en funcionamiento con todos sus componentes originales”, añade Paakkinen.

Wello calcula que cada Penguin produce entre 160 kW y 1 MW de potencia, electricidad suficiente para abastecer a unos 400 hogares. Los Penguin pueden ser instalados formando cadenas en zonas de mar abierto, y se ha demostrado que no interfieren con el tráfico marítimo o la vida marina.Foto: Wello

Mientras tanto, los estudios encargados por ambas empresas demuestran que no existen interferencias significativas con el transporte marítimo o la vida marina.

“De hecho, nuestros estudios en Portugal dejan claros los efectos positivos del WaveRoller contra la erosión”, dice Liljelund. “Este actúa como un arrecife artificial, atrayendo a los peces como un pecio, así que los pescadores están contentos, y también los surfistas de la zona”.

El recurso más grande del planeta, aún sin explotar

AW-Energy, galardonada en 2015 con el Premio Red Herring Europe, cuenta con 27 patentes internacionales y la primera Declaración de Factibilidad concedida a un dispositivo undimotriz. La Sociedad de Clasificación Lloyd’s Register ha declarado que el dispositivo WaveRoller reúne las condiciones necesarias para permanecer en el mar tras varias pruebas conectadas a la red en Portugal, con olas de más de ocho metros de altura.

El WaveRoller es un panel de metal fijado al fondo marino cercano a la costa, que genera energía al ser mecido por las olas.Foto: AW-Energy

“Estamos levantando una industria totalmente nueva”, dice Liljelund. “Tenemos en curso tres proyectos de clientes comerciales, uno de los cuales es el de ESB WestWave, cerca de Limerick (Irlanda), que además es el proyecto insignia de toda la industria”.

La instalación generará 5 MW de electricidad, suficientes para abastecer de energía a 3 500 hogares. También se están instalando otros dispositivos comerciales a gran escala, en Portugal y Francia, siendo este último un proyecto de 1,5 MW para Fortum.

“Obviamente, habrá que esperar un tiempo para competir con otras fuentes de electricidad. Sin embargo, para 2025 ya deberíamos poder competir con la energía eólica marina, así que el sector será rentable”, predice Luukkainen.

“Nos hará falta una década para competir con las fuentes de energía tradicionales”, coincide Liljelund, “pero estamos hablando del mayor recurso sin explotar del planeta”.

Por Wif Stenger, abril 2016