La bulliciosa Nochevieja finlandesa

La semana después de Navidad los finlandeses se lo toman con calma y hacen acopio de energía para recibir el Año Nuevo.

Los finlandeses se toman con calma la semana que sigue a la Navidad, procurando hacer acopio de energías para poder festejar la Nochevieja

A mediados de diciembre, cuando las cenas de Navidad de las empresas empiezan a ser menos frecuentes, las cosas se tranquilizan relativamente en lo que se refiere a festejos, tal vez también porque todos andan de acá para allá, inmersos en la fiebre de las compras navideñas. Los finlandeses se suelen reunir con la familia en Nochebuena y Navidad. Los días que siguen los dedican a visitar a sus amigos y a hacer acopio de energías para el 31 de diciembre.

En Finlandia, al igual que en muchos otros países, la Nochevieja es probablemente la noche más importante del año, aunque algunos opinarán que los finlandeses se animan aún más el 30 de abril, víspera del Primero de Mayo.

En Nochevieja se reciben invitados en casa, o la gente se reúne en restaurantes, asiste a bailes de gala especiales y disfruta de alegres conciertos. Comer bien es lo esencial esta noche, ya se trate de una sabrosa comida casera o de una cena buffet bien cargada de calorías. Y no faltan quienes consumen alcohol un poquito más de la cuenta, por lo que en ocasiones pueden comportarse bastante bulliciosamente.

Fuegos artificiales y brindis

Los helsinkienses se congregan en la Plaza del Senado para celebrar la Nochevieja y hacer buenos propósitos que más tarde no recordarán, o pretenderán no recordar.

Los helsinkienses se reúnen para celebrar la Nochevieja y hacer buenos propósitos, aunque más tarde no los recuerden, o pretendan no recordarlos..Foto: Markku Ulander/Lehtikuva

Parte indispensable del Fin de Año son los fuegos artificiales. Se venden en las tiendas entre Navidad y Año Nuevo y solo pueden quemarse desde las seis de la tarde del 31 de diciembre hasta las dos de la madrugada del día 1. A eso de las las seis, empiezan poco a poco a verse y oírse las bengalas, cohetes y petardos. La frecuencia va en aumento hasta llegar a la apoteosis pirotécnica al dar la medianoche, con el estallido de una cantidad espectacular de fuegos artificiales privados que, unidos a los eventos pirotécnicos públicos organizados por municipios, diferentes organismos y empresas, terminan iluminando el cielo con sus animados colores.

He tenido la oportunidad de contemplar este magnífico espectáculo en varias ocasiones, desde el tejado de un edificio de apartamentos o desde el último piso de un edificio de oficinas. Pero, sin duda, la mejor vista fue la que tuve ocasión de contemplar desde el Bar Atelier, situado en la azotea del hotel Torni (torni que significa “torre” en finés). Tuve que ir muy temprano y esperar más de una hora a la intemperie en la gran terraza helada, pero, afortunadamente, el espectáculo valió la pena.

Las celebraciones suelen tener lugar en la Plaza del Senado de Helsinki. Sin embargo, durante estos últimos años el centro de reunión se ha ido desplazando hacia Kansalaistori (la Plaza de los Ciudadanos), situada entre la Casa de la Música y la gran biblioteca Oodi.

Cuando el reloj marca la medianoche, la gente exclama, “Hyvää uutta vuotta!”(«¡Feliz Año Nuevo!”) en finés- o “Gott nytt år!” en sueco, que es otro de los idiomas oficiales de Finlandia. Todos brindan con champán o cerveza, se estrechan las manos, se abrazan, se besan y se desean cosas agradables. Por supuesto, la mayoría de la gente empieza el nuevo año con el pie derecho y también se hacen los buenos propósitos habituales, que más tarde uno recordará, o pretenderá no recordar.

El futuro en el estaño fundido

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Según la tradición finlandesa de la víspera de Año Nuevo, el estaño fundido se vierte en un balde de agua fría y la sombra de la figura resultante se interpreta para predecir el futuro de cada persona. Foto: Seppo Sirkka/Lehtikuva

Una tradición finlandesa muy divertida es la de derretir el estaño. En una pequeña sartén se funden herraduras en miniatura, que luego se vierten en un cubo de agua fría. Cuando el estaño cae en el agua, se enfría, y al instante se vuelve a solidificar. Las sombras de las extrañas figuras resultantes son interpretadas para predecir la futura salud de la persona, su riqueza o su felicidad. Siempre que he participado en este tipo de adivinación he recibido únicamente noticias positivas, igual que todos los presentes, ahora que lo pienso.

Pero tanta fiesta acaba siendo un trabajo duro y abre un apetito pantagruélico. Normalmente, los juerguistas que han aguantado hasta primeras horas de la mañana comen ensalada de patatas, salchichas o algo salado. Un tentempié muy popular es la “tentación de Jansson”, un gratinado hecho de patata, cebolla, arenques o anchoas, pan rallado y nata. ¡Delicioso!

El día de Año Nuevo a los finlandeses les gusta dormir hasta tarde. Muchos se despiertan con la necesidad urgente de tomar un analgésico, mientras que otros, por el contrario, llevan esquiando desde el amanecer para celebrar el primer día del año, pasean por los parques, o respiran un poco de aire fresco en los bosques. Ni que decir tiene, este día el café se consume en cantidades récord.

Los programas más populares de la televisión son el discurso del Presidente, el Concierto de Año Nuevo de Viena y las viejas películas finlandesas. Más adelante, durante el día, a mucha gente le gusta disfrutar de una buena comida, momento ideal para saborear platos tradicionales finlandeses, ya sea un buen pescado o un delicioso estofado de carne.

Para algunos finlandeses se trata de un buen día para tomárselo todo con calma, mientras que para otros la primera noche del año debe empezar necesariamente con una explosión. ¡Que siga la fiesta!

Por Russell Snyder